Segovia
La puerta de entrada al casco antiguo de la ciudad es el famoso Acueducto romano de Segovia que transportaba agua a la ciudad desde 15 kilómetros de distancia en el siglo I d.C.
El Acueducto se encuentra en muy buen estado de conservación y lo más increíble de él es que sus bloques de piedra no están unidos por ningún tipo de material, sino que siempre se han mantenido en un equilibrio de fuerzas.
Aparte de este monumento destacan el Alcázar romano en el que Isabel la Católica se proclamó reina de Castilla y la Catedral, la última de estilo gótico que se construyó en España.
Próxima a la Sierra de Guadarrama, Segovia fue muy importante durante el Imperio Romano y fue asentamiento de pueblos visigodos.
La gastronomía es otro de los puntos de interés de la capital segoviana. Entre sus platos más famosos, el cochinillo asado y el lechazo al horno, de obligada degustación.